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Se ha hablado bastante sobre como el apego causa sufrimiento y de cierta forma es fácil identificar placeres que nos provocan miedo de perderlos, sin embargo hoy quiero hablar de un tipo de apego que es más bien toxico y que es más difícil de identificar, porque no tiene que ver con el miedo a perder, sino que con el miedo a lo desconocido. Los apegos más peligrosos que enfrentamos y de los que tenemos menos consciencia tienen que ver con situaciones, relaciones, personas y acciones que no nos causan placer, al contrario, nos provocan stress, nos hacen sentir vulnerables y encadenan nuestra libertad y nuestros sueños, pero son aguantables y frente a la incertidumbre que significa enfrentarlos y salir de lo conocido, los aceptamos de forma inconsciente e incluso si alguien nos dice que no estamos haciendo nada por cambiar la situación, lo negaremos rotundamente y somos capaces de morir un poco cada día en vez de saltar al vacío.
Como decía una canción de los Tres.... Tirate.
3 comentarios:
Por algún extraño motivo, las pocas veces que paseo por los blogs coincide con alguna publicación que has hecho. Interesante tu reflexión sobre el apego; creo que, justamente, ese stress es el generado por no tener la posibilidad (o la voluntad) para cambiar. Eso mismo nos genera stress.
Como bien decís, hasta nos volvemos dependientes de ese mismo stress y de esas relaciones stresantes. Es bastante raro.
Che, me tomé el atrevimiento de incluir tu blog en la parte de "espacios digitales" de un libro que sacamos con mi viejo y un amigo. Ahí te paso el link: http://libros.casaeolo.com/books/conversando-contigo
Un abrazo.
me gusto el blog! y me dio ganas de escuchar "tirate", y de tirarme! un abrazo
Una y otra vez, (cada vez con mayor frecuencia), no dejo de encontrarme con casos de personas que sienten ese “miedo al cambio”.
Personalmente, desde las experiencias que conozco, creo que es la manifestación del miedo más frecuente hoy en día y que afecta con mayor profundidad y dureza.
Hay muchas personas que, en su despertar, descubren que la mayor parte de sus vidas han sido una “representación teatral” de la cual sólo eran un actor (normalmente secundario) interpretando un guión que ya no les sirve.
Afrontar ese descubrimiento y sus consecuencias (las de cambiar) genera muchísimas dudas, inseguridades y … miedo.
La dificultad de cambiar, en esos casos, no tiene tanto que ver con las ideas sino con las implicaciones (las consecuencias generadas) de todo lo “interpretado por ese actor” en el pasado.
Seguramente, la mayor dificultad, (donde reside el “creador y dueño” de esos apegos), está en nuestro ego.
Recientemente publiqué un cuento breve (sobre este tema) que puedes encontrar en http://www.pablovalente.com/2011/03/07/el-espectaculo-del-ego/.
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