El otro dia lei una frase que encontre muy buena y era simplemente "Ni siquiera Dios le cae bien a todo el mundo" y es cierto cuanta gente hay que no cree, lo juzga o gracias a la visión limitada que nos han enseñado le temen a él y a su justicia.
Muchas de nuestras decisiones las tomamos a pesar que nuestro interior, nuestras visceras nos hacen sentir que eso no es lo que queremos hacer, pero pensamos esto es lo que deberiamos hacer, que van a pensar de mi si no opino o hago lo mismo, etc. y lo malo es que cada vez que hacemos esto nos vamos a acostumbrando a depender de la opinión y juicio de los demás y a la vez hacemos lo mismo con las personas que se relacionan con nosotros. Esto no significa que no debemos tomar en cuenta el bienestar de los demás, pero generalmente este autosacrificio que hacemos parte de la premisa que debemos perder para poder lograr el aprecio y cariño de quienes nos rodean, en definitiva estamos viendo el amor del projimo como algo por lo que hay que ser digno y competir y no es así, ya somos todo lo que necesitamos ser, no necesitamos ninguna aprobación. Al contrario nos hacemos un daño a nosotros mismos y a los demás ya que reforzamos la creencia de que es necesario juzgarnos unos a otros.
El amor busca ayudar a los demás y a nosotros mismos, pero sin crear una carga de juicio ni obligar a hacer algo contra nuestra voluntad, no crea cargas, ni resentiemientos, ni temores sino que nos libera en ese sentido nuestras emociones son un buen barometro que nos indica si una situación o acto es apropiado, si realmente representa quienes somos, no necesitamos usar el barometro de otro.
