lunes, 2 de diciembre de 2013

Fluir desde la óptica de la física




Hace algunos post hablé sobre fluir, ahora quiero complementar eso tratando de hacer un nexo entre la física clásica y cuántica, según sea necesario... de hecho este es el primero de varios post que tendrán a la física como invitada.

La primera ley de Newton señala que: “Todo cuerpo tiende a mantener su estado de reposo o movimiento uniforme y rectilíneo a no ser que sea obligado a cambiar su estado por fuerzas ejercidas sobre él”. Nuestro estado natural es fluir, por lo que si nos estamos fluyendo es porque existe una resistencia (el equivalente al roce del aire y la tierra) que nos está frenando. Esto tiene varias implicancias, la primera es que para que puedas fluir no es necesario estar siempre bien el 100% del tiempo, ya que en la medida que fluyas, arrastraras cierta inercia que permitirá que sigas adelante aunque dejes de acelerar y te da tiempo para recuperar tu equilibrio, por lo que tener un cierto grado de resistencia no es para deprimirse o pensar que vas a perder lo avanzado.

Como segundo punto hay que dejar en claro que las resistencias que más te frenan no son las externas sino que las internas, ya que estás son específicas a tú manera de fluir. Tercero el roce provoca molestia y ese "ruido" es el que muchas veces te ayudará a darte cuenta de la resistencia, porque aunque la inercia te ayuda a restablecer el equilibrio, si no estas atento, podrías no darte cuenta de la resistencia hasta que ya haz frenado demasiado y hay que hacer algo (eliminar la resistencia o soltar) para poder fluir nuevamente.

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